martes, 11 de diciembre de 2012

Desfibrilablog...

No hay mayor muerte que el olvido... 

Dexistencias tuvo un accidente aparatoso al colapsar con la rutina y el desinterés. Yacía tendido en el suelo, con los ojos pálidos y perdidos exhalando migajas de vida. Todo a su alrededor se oscurecía, el sonido se distorsionaba y la muerte rondaba. La hora cumplida era.

Dexistencias recordaba su nacimiento, la vida se le proyectaba como en un cinema mientras rememoraba las palabras de aquél profesor: Este semestre el proyecto a calificar será la creación de un Blog. Sus ojos inertes parecían vibrar de nuevo con esta revelación, había encontrado el porqué de su existir. No el de un calificación, eso ya no importaba ahora. Sólo importaba la verdadera razón que había olvidado en el camino;  expresar ideas, la escencia misma del sentir, el intento en ocasiones agotador de explicar el complejo mundo interior de su creador.

Todo tenía sentido otra vez. La oscuridad parecía disiparse y la vida regresar, pero era sólo una ilusión pues su ritmo cardíaco disminuía con el paso de los minutos. Tendido en el suelo sin más impotencia que aceptar el cruento destino, sin poder moverse ni gritar a los cuatro vientos que había encontrado la razón de ser, la desesperación le encadenaba y le abrazaba con ataduras de burla y muerte. Lo he entendido demasiado tarde pensaba. Era lo único que podía hacer.

Con los pocos latidos de su corazón y sabiéndose cerca de la hora final trató de encontrar una convicción que lo despidiese del mundo con el mejor sentimiento de alivio posible, pero sus fuerzas no alcanzaban para más y poco a poco el sueño se apoderó de él. Comenzaba la transición más antigua de la humanidad. El paso hacia lo desconocido.

Adormecía profundamente cuando unas voces fantasmagóricas y desfiguradas a su alrededor susurraban entre sí - carga a trescientos sesenta joules... tres, dos, uno ¡Descarga!- Una fuerza descomunal recorría su cuerpo y lo estremecía - Tres, dos, uno ¡Descarga!- Algo superior no lo dejaba abandonarse - ¡Descarga!- Su corazón volvía en sí y con él la vida. 
Las voces desfiguradas comenzaban a ser más legibles - ¡Lo tenemos! ¡Está respirando! ¡Aumenta la dosis de oxígeno!-  Parecía despertar de un largo sueño ¡y qué sueño! Si Dexistencias acababa de morar en los brazos de la muerte, del olvido y regresó. Dos años delirando pero aún sigue vivo.

Bienvenidos...